Me has leído el pensamiento. Pienso un poco en esto: ir a Canarias, porque allí se dan situaciones de inmigrantes que vienen del mar, y me gustaría estar cerca de los gobernantes y del pueblo de Canarias. Así es.
Con apenas unas pocas frases, el papa Francisco ha puesto en marcha una cadena mediática que ha analizado de un lado y de otro esa futurible visita a España, no a la península, sino a las Islas Canarias, para contemplar de cerca la emergencia migratoria de toda la Comunidad Autónoma.
La voluntad del pontífice respondía a una pregunta lanzada por la periodista Elisabetta Piqué durante la rueda de prensa en el avión de regreso al Vaticano tras el largo viaje apostólico que comentábamos la semana pasada.
En lo que llevamos de año, han llegado hasta las Islas canarias más de 26000 migrantes irregulares, lo que se traduce en un incremento del 85% con respecto al año anterior. No solo eso, quienes llegan a la costa insular ya no solo proceden del África Subsahariana, sino que también hay presencia de ciudadanos de Yemen, Siria y Paquistán. Más adelante regresaremos a esto.
Con independencia de la procedencia, un hecho común es que muchos menores terminan quedando en una situación de desamparo, bien sea por viajar solos o porque sus familiares fallecen durante la travesía.
Para regular algunos aspectos de la recepción de esos menores no acompañados, la Consejería de Bienestar del Gobierno de Canarias aprobó el diez de septiembre una resolución en la que se establecía una serie de actuaciones al respecto. En ella se afirmaba que, en la actualidad, existe un desorden en el acto de recepción de menores en grupo entregados por funcionarios de Policía Nacional a personal de diversas entidades. Por ello, el texto especifica un método de identificación eficaz que redunde en el beneficio de los menores.
Si conocías esta información, también estarás al tanto de que unas horas después de su publicación, el Ministerio de Juventud e Infancia puso en alerta a la Fiscalía de Menores acerca del posible impacto de este decreto sobre los menores no acompañados. Ello, a su vez, desembocó en que, hace un par de días, la Fiscalía Superior de Canarias presentara un recurso en contra del texto argumentando que se ofreciera un trato discriminatorio hacia los menores en base a su país de origen.
Fernando Clavijo, presidente del Gobierno Canario, defendía la necesidad de clarificar los procedimientos en relación a la acogida de menores debido a la presión migratoria que están recibiendo las islas en los últimos tiempos, así como también la necesidad de que las autoridades políticas se encuentren y pongan de acuerdo en beneficio de dichos menores.
Por otro lado, transmitir la voluntad del Gobierno de Canarias de que, ante esta situación de drama humanitario y la situación de presión que estamos teniendo, que hemos tenido y que vamos a seguir teniendo y que probablemente se agravará en las próximas semanas y meses, pues la necesidad de que esos espacios de encuentro se produzcan lo antes posible para proceder a dar una respuesta, en primer lugar a esos niños y esas niñas y, por otro lado, que no tenga que soportar Canarias en solitario toda la presión migratoria de África.
Precisamente relacionado con esa percepción de soledad frente a la presión migratoria, el obispo de Canarias, José Mazuelos, expresaba una idea similar durante la celebración de la Eucaristía en la festividad canaria de la Virgen de los Dolores del pasado 15 de septiembre.
Enséñanos, madre, a trabajar por una sociedad más justa y fraterna. Danos fuerza para trabajar por la paz, para construir un mundo en paz; y sobre todo, hoy, la Virgen de los Dolores, ella, que paró el volcán, doscientos años después tiene que ayudarnos a afrontar el volcán que supone la inmigración. Ese volcán, esa lava. Y tenemos, como canarios, como lanzaroteños que tener aprendida la lección de acudir a María y tenemos como ella que abrir nuestro corazón. Me encanta que el papa Francisco desea venir a Canarias para acompañar, para sentirse solidario, con el pueblo canario y con el gobierno canario, que sabe que está sufriendo todo este ataque de abandono de Europa, del Gobierno Central, pero, sin embargo, el problema está ahí. Tantos hombres y tantas mujeres que necesitan que se respete su dignidad. Tantos hombres y tantas mujeres que salen, no porque tengan ganas de salir, sino porque hemos metido guerra allí, porque estamos esquilmando su riqueza y porque necesitan un mundo mejor. Yo os invito a todos a hablar con alguno de lo que supone, hablen con alguno de los curas de El Hierro, que os cuenten las experiencias, hablen con los de salvamento marítimo, hablen con la Guardia Civil y con la Policía, que saben, también de primera mano, lo difícil que tiene que ser la vida allí para coger un cayuco y salir corriendo.
Al día siguiente, en conversación con Vida Nueva, el obispo Mazuelos decía que quienes han salido a criticar al papa por posicionar a la Iglesia en favor de los migrantes no tienen ni idea y afirmaba a la revista que si el papa viene a Canarias es para poner en el centro a la persona, al ser humano y a invitarnos a afrontar la crisis desde el diálogo.
Un diálogo al que también hace referencia el presidente del gobierno canario, Fernando Clavijo, al hablar sobre los intentos de conversar con el gobierno central y con las autonomías españolas gobernadas por el Partido Popular.
Estoy seguro de que si nos sentamos en una mesa y decimos “no nos levantamos hasta que alcancemos un acuerdo” estoy convencido de que si todos vamos con la voluntad de alcanzar el acuerdo se va a repensar. Veo que lo que nos separa es muy poquito. Quitemos la política. Yo creo que el fin de poder atender a esos niños y niñas de manera digna, de garantizar su integración, su futuro, yo creo que merece la pena que lo intentemos y nos sentemos.
Uno de los aspectos clave del decreto que ahora ha sido recurrido por la Fiscalía tiene que ver con el modo de identificar a los menores no acompañados que son entregados en grupos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Decía Fernando Clavijo que, en muchas ocasiones, no les acompaña ni fotografía, ni descripción, tan solo un nombre anotado a bolígrafo en una hoja de papel.
Nosotros entendemos que si hay un gran acuerdo no necesitaríamos protocolo, porque estaría todo acordado por la ley. Tenían que entender que nosotros no podemos recibir a los menores con albarán, es decir, escritos de puño y letra, sin fotografía, sin reseña. No podemos garantizar la identidad del menor. Lo que tratábamos era de dotar de seguridad jurídica esa entrega del menor.
Y, lo mismo que esas afirmaciones del presidente canario están sujetas a otras interpretaciones de corte político, también la voluntad del papa Francisco de mostrar su apoyo al pueblo y al gobierno canarios serán y seguirán siendo juzgadas a partir de los mismos criterios ideologizados, donde, de seguro, no tiene cabida la protección de personas que llegan a una tierra ajena.
Vemos en los medios de comunicación y en las redes sociales un repunte del odio hacia el extranjero. Cuando la retórica de división y enfrentamiento apele a nuestras emociones más profundas, haríamos bien en tirar de la memoria objetiva, de los hechos históricos contrastados y ciertos.
Entonces podríamos acordarnos de Franz Stangl, un devoto católico nacido en Austria que llegó a dirigir los campos de exterminio nazi de Sobibor y Treblinka con una eficacia matemática de más de quince mil prisioneros muertos cada día.
Y, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial y Franz Stangl necesitó huir para esquivar los juicios contra él, obtuvo ayuda del obispo católico Alois Hudal, un ferviente defensor de los postulados de Adolf Hitler.
Cuando a los bautizados se nos olvida que esas barbaridades han tenido lugar, somos carne de repetición y actualizamos los errores del pasado, dándoles un aire fresco pero igualmente contaminado de injusticia. Por actos así y por muchos otros, no es en balde que Francisco pida perdón públicamente por los pecados de la propia Iglesia, por mucho que esto incomode a quienes favorecen, precisamente, la repetición de tales pecados.
¿Te gusta lo que lees?
Es el momento perfecto para un breve descanso. ¿Qué tal si te tomas un momento para reponer energías? Mientras tanto, ¿qué te parece si me apoyas invitándome a un café? En solo unos segundos, puedes marcar una gran diferencia y contribuir al contenido que tanto te gusta. Toca el corazón de la taza.
Hace un par de días, el presidente de Canarias recibió la visita de una delegación de la Unión Europea a cuyo frente estaba Margaritis Schinas, el actual vicepresidente de las cuestiones migratorias en Europa. Durante su comparecencia, anunció la inyección de nuevas ayudas económicas al gobierno canario para mitigar el impacto de la emergencia migratoria.
La comisión ofrece catorce millones de euros de ayuda de emergencia adicional a los 20 de marzo para aumentar la capacidad de acogida, creación y renovación de centros y aliviar la presión sobre los sistemas de acogida en España y en las islas.
Ese anuncio se incluía en un grupo mayor de cinco apartados mediante los que la Unión Europea manifestaba su colaboración en la gestión de la llegada de migrantes en situación irregular. Ahora bien, no todo en esos puntos era tan evidente y explícito como lo que hemos escuchado.
Estamos preparados para reforzar la salvaguarda de nuestra frontera exterior a través de las Islas Canarias con operaciones conjuntas con la agencia FRONTEX, la Agencia Europea de Fronteras; asimismo, estamos dispuestos a aumentar la asistencia de la Agencia de Asilo de la Unión Europea, en particular, para gestionar la asistencia a menores no acompañados.
El lenguaje político es, en ocasiones, muy difícil de interpretar, dado que suele exponer muchas realidades humanas en un mismo discurso, lo que complica la interrelación de la información.
Margaritis Schinas decía que la Unión Europea está preparada para reforzar la actuación de FRONTEX, la Agencia Europea de Fronteras. Dicho rápidamente e intercalado entre otros temas puede pasar por alto la profundidad del asunto.
En 2022, Judith Sunderland y Lorenzo Pezzani realizaron un reportaje de investigación para la ONG internacional Human Rights Watch, que vela por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el planeta. En su texto, reflejaban cómo la vigilancia aérea de FRONTEX facilitaba la comisión de abusos en diferentes países. Comenzaban con el testimonio de la identidad ficticia Abu Laila, una persona siria de 28 años de edad; Laila narraba cómo un dron había sobrevolado su balsa y, un par de horas más tarde, las fuerzas libias habían acudido para arrestar a todo el mundo. Después de su detención, fue golpeada y obligada a comprar su libertad.
Aunque FRONTEX no realice ninguna de esas acciones, el hecho de que la información proporcionada por sus drones sí desencadene acciones similares, nos pone sobre la pista de lo que implica un refuerzo por parte de la Unión Europea.
Durante los últimos años, está aumentando el uso de drones para control migratorio y con el auge de la Inteligencia Artificial, los riesgos asociados también lo hacen. Los utilizados por Frontex recopilan datos que luego son compartidos con diferentes países; los migrantes capturados son devueltos al lugar desde el que partieron y allí enfrentan condiciones inhumanas, como esclavitud, tortura y violación.
El profesor Özgün E. Topak1, sociólogo de la Universidad York, en Toronto, afirma que los drones han acelerado la militarización del control migratorio al adaptar tecnologías y formas de pensar propias de los cuerpos militares. Los migrantes son percibidos como una amenaza a neutralizar y los drones son utilizados porque proporcionan vigilancia en tiempo real, porque operan en condiciones difíciles y porque el operador se encuentra a muchos kilómetros de distancia.
El uso de drones expone a los migrantes a daños adicionales porque, tras ser interceptados, estos últimos son devueltos a lugares inseguros. Ni los drones ni sus operadores llegan a tener en cuenta todas las subjetividades de esas personas que flotan en embarcaciones precarias (motivaciones, situación de partida, etcétera).
El impulso de la Inteligencia Artificial puede acelerar la deshumanización de los migrantes dado que los drones pueden llegar a operar de manera autónoma y tomar decisiones basadas en esa lógica militar de neutralización de la amenaza. Dice Topak que la Inteligencia artificial no altera la lógica violenta y racializadora de los drones, sino que la complementa con nuevas capacidades. Un sujeto con piel distinta de la predeterminada podría ser interpretado por los sensores como un riesgo en potencia y ningún humano tendría intervención en los sucesos desencadenados por las decisiones automatizadas.
Si pensamos durante unos segundos, tal vez lleguemos a encontrar alguna relación entre el refuerzo de la vigilancia con drones en fronteras orientales como la de Libia y el aumento de migrantes en la franja del Atlántico que desemboca en las Islas Canarias. Si, al tratar de escapar del horror, una fuerza invisible te devuelve a ese mismo lugar, no parece descabellado arriesgarse por otras rutas más peligrosas aún con tal de esquivarlo.
Todo lo anterior nos lleva a desembocar en un concepto utilizado por el filósofo polaco Zygmunt Bauman. Él hablaba de la adiaforización, que podemos resumir como un desapego hacia los actos humanos hasta despojarlos de toda implicación moral. Por ejemplo, las operadoras de esos drones de los que hablábamos pueden verse a sí mismas como meras trabajadoras que realizan su jornada laboral como cualquier otra persona y, al regresar a casa, se toman un refresco y charlan distraídamente sin que les pueda afectar haber sentenciado a cien o doscientos migrantes a una vida de esclavitud y sufrimiento.
Este autor y la también filósofa Hanna Arendt, tras el Holocausto, comenzaron a afirmar que la ceguera moral era un nuevo tipo de peligro que banalizaba la maldad. Arendt, hablando sobre el Holocausto, decía que la normalización de esto era más terrorífico que todas las atrocidades cometidas dado que surgía un nuevo tipo de criminal, aquel que siendo hostil al género humano cometía sus crímenes sin siquiera saber que estaba haciendo algo malo.
La adiaforización y la ceguera moral no solo están detrás de esa indiferencia frente al sufrimiento en el Mediterráneo y el Atlántico, sino también de un fenómeno que se produce también en tierra, la criminalización de los migrantes irregulares. En España, en concreto, los ataques contra los menores no acompañados y su utilización como artefacto político están aumentando durante los últimos años.
En inglés, eso tiene un nombre, “crimmigration”, algo así como la “crimigración”, la criminalización de la migración. Se trata de un término que surgió en los Estados Unidos durante la administración de Ronald Reagan, quien comenzó a asociar el aumento de la inmigración con problemas de seguridad pública. Con el paso del tiempo, eso provocó rechazos a comunidades enteras tan solo por su procedencia, como fue el caso de los haitianos o los cubanos. A los haitianos se les relacionaba con el tráfico de drogas y a los cubanos se les acusaba de ser infiltrados de Fidel Castro que querían desestabilizar el país.
A día de hoy, también Europa se ha visto contaminada por ese pensamiento originado por el miedo al diferente. Si bien es cierto que existe un cierto porcentaje de comisión de delitos o de personas que, en efecto, cruzan las fronteras con la intención de lucrarse de manera ilícita, no todo es parte de un yogur homogéneo y hay muchos otros miles de migrantes con la voluntad de integrarse y contribuir al desarrollo de los países que los acogieron. Sin embargo, la narrativa en medios de comunicación y en redes sociales rara vez menciona esto último.
Frente a la “crimigración” que lleva al sufrimiento, desde este pódcast proponemos un término distinto, la “cordigración”, la interpretación de la migración desde la óptica del corazón, tratar la movilidad humana con entrañas de amor. De ese modo, traeríamos dignificación, acabaríamos con la racialización, nos permitiría encontrar mejores vías hacia la integración y, en definitiva, estaríamos apostando por el Bien Común.
¿Te ha gustado lo que has leído?
Antes de marcharte, recuerda que tu apoyo es fundamental para continuar con este podcast. Considera invitarme a un café ahora para poder actualizar las herramientas y seguir ofreciéndote un contenido de calidad. Toca el corazón de la taza.