Podcast.

¿Dificultades para escucharlo?

 No te quedes sin acceder a su contenido. Aquí tienes la transcripción del episodio 146.

1. Jesús es condenado a muerte

 Hace un par de días, el 27 de marzo, una parroquia católica del sur de Alemania, muy cerca de la frontera con Francia y Suiza, emitió un comunicado mediante el cual informaba que prescindía de la colaboración de una de sus voluntarias. Lo leíamos en el portal de noticias de la Iglesia alemana. En primer lugar, llama la atención que pueda considerarse noticia que una persona voluntaria deje de colaborar con una parroquia. Y la sorpresa aumenta cuando nos fijamos en el motivo. El párroco, Gerd Möller, declaró que la colaboración cesaba porque la mujer se presentaba como candidata para el partido AfD, que se traduce como Alternativa para Alemania. Las razones dadas son que los valores de este partido son incompatibles con la fe católica. Recuerda que Alternativa para Alemania está considerado como un partido populista que se caracteriza por la xenofobia y el racismo, entre otras cosas. Revisando esta información, podemos hacernos preguntas relacionadas con lo que ocurre en nuestro propio país (cualquiera que sea el tuyo). Por ejemplo, ¿cómo se manejan estos hechos cuando se producen? Es decir, colaboradores parroquiales, voluntarios, feligreses, profesores, etcétera, que apoyan activamente a partidos que aclaman a Barrabás en lugar de solicitar la liberación de Jesús. ¿Qué hacen los responsables eclesiales cuando esto pasa? ¿Pueden estos gestos ayudar a que el Pueblo de Dios reflexione acerca de la fidelidad al seguimiento de Jesús? ¿O pueden pervertirse hasta convertirse en una persecución que beneficie a los poderes de este mundo? Como dato extra, la diócesis de Hamburgo, también en Alemania, ha anunciado que dejará de invitar a políticos de AfD a sus actos. ¿Qué se hace en el lugar en el que vives, si es que se hace algo?

2. Jesús es cargado con la cruz

 Este año, durante la misa crismal en Santiago de Compostela y Granada, los arzobispos que presidían la celebración anunciaron que presbíteros exiliados de Nicaragua iban a ser acogidos por sus respectivas diócesis. Debido al régimen de poder que existe en el país de Centroamérica, la Iglesia se encuentra en situación de persecución y hay mucha gente exiliada. Por ejemplo, Isidoro Mora, obispo de Siuna, es uno de los exiliados. Fue detenido en diciembre de 2023 antes de que pudiera pedir oraciones por el obispo Rolando Álvarez. Tanto en Nicaragua como en otros países, los pastores asumen la cara visible de la persecución; una cruz fácilmente identificable. Sin embargo, existe una cara más oculta que no siempre aparece en las noticias; la de los fieles de a pie, la gente corriente que sufre la misma persecución y no llega a los titulares. Extorsiones, intimidaciones e incluso desapariciones que pasan invisibles. Me pregunto, ¿es posible medir el tamaño de una cruz?

3. Jesús cae por primera vez

 En la víspera de la Pascua, el papa Francisco mandó una carta abierta dirigida a la población católica que vive en Tierra Santa. Comienza diciéndole que la pascua tiene para ella una fuerte carga de pasión y todavía poco de Resurrección. A estas personas, les dice:

Deseo que cada uno de ustedes sienta mi afecto de padre, que conoce sus sufrimientos y sus fatigas, en particular las de estos últimos meses [...] La comunidad cristiana de Tierra Santa no solo ha sido custodia de los lugares de salvación a lo largo de los siglos, sino que constantemente ha dado testimonio a través de sus propios sufrimientos del misterio de la Pasión del Señor. Y, con su capacidad de levantarse y seguir adelante, ha anunciado y sigue anunciando que el Crucificado resucitó, que con los signos de su Pasión apareció a sus discípulos y ascendió al cielo, llevando junto al Padre nuestra humanidad atormentada pero redimida. En estos tiempos oscuros en los que parece que las tinieblas del Viernes Santo recubren vuestra tierra y tantas partes del mundo son desfiguradas por la inútil locura de la guerra [...] ustedes son antorchas encendidas en la noche; son semillas de bien en una tierra desgarrada por los conflictos.

4. Jesús se encuentra con su madre

 Es posible que María sea uno de los personajes más maltratados en la historia del cristianismo, a quien se le han ido añadiendo características en función de la conveniencia de unos grupos u otros dentro de la Iglesia. Llama la atención que el nombre de esta estación sea Jesús se encuentra con su Madre y no “Jesús se encuentra con la Reina del Cielo” u otro de sus títulos. Es una mirada desde lo pequeño y lo cotidiano. En ese mismo sentido, le echamos un vistazo a la talla escultórica de La Virgen de la Leche. Se encuentra en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y presenta a la Virgen amamantando a Jesús, mientras Juan Bautista de niño se encuentra a sus pies. Silvia Martínez Cano hacía un repaso de esta pieza de arte en el suplemento Donne Chiesa Mondo del pasado enero. Cano dice sobre esta obra de Luisa Roldán:

La intimidad maternofilial se altera con la ampliación del cuidado a otros personajes [...] No es el único ejemplo de la obra de Luisa donde descubrimos este detalle. No solo es una visibilización de la maternidad sensible de María, sino de un sentir compasivo en la relación entre el adulto y el infante y una delicadeza intencionada en las relaciones de cuidado. Parece que hay una intención en la artista de subrayar el hecho de que el amamantamiento es un acto íntimo que enfatiza la humanidad no solo de María sino también de Cristo.

5. Jesús es ayudado por el Cireneo

 Ikumeni es un laboratorio de buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas que, desde hace cuatro años, propone experiencias de formación a jóvenes cristianos de diferentes confesiones: católica, protestante, ortodoxa, metodista o luterana. Trabajan tres módulos, hospitalidad, nuevas dinámicas de cooperación y solidaridad y, por último, fraternidad humana. Hasta final de este mes tienen abierto el plazo de inscripción. Y yo me pregunto: Cuando nos enfrentamos al diálogo interreligioso, el ecumenismo y otras prácticas de acercamiento, ¿cuánta gente se siente como el Cireneo, a quien obligaron a cargar con la cruz de Jesús solo porque pasaba por ahí?

6. La Verónica enjuga el rostro de Jesús

 En Mateo 25 leemos aquel famoso “Vengan, benditos de mi Padre [...] porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer”¹. El pasado 23 de marzo, la conferencia de obispos católicos de Estados Unidos hacía público un comunicado en el que se instaba a reforzar las oraciones para el cese del conflicto entre Israel y Hamás. Algo que llama la atención de esa nota es que se indica específicamente que está escrita por Timothy Broglio, el presidente de la conferencia estadounidense y por Elias Zaidan, obispo de la eparquía Maronita de Nuestra Señora de Líbano. Al parecer, no se trata de un deseo común de todos los obispos. Y, de ahí, surge una pregunta. ¿Es la Iglesia “Verónica” y “romana” al mismo tiempo?

7. Jesús cae por segunda vez

 Entre el pasado 23 y 24 de marzo, unos ladrones entraron al museo de la catedral de Plasencia y robaron la corona de la imagen de la Virgen del Puerto, un par de cruces y también anillos. El deán de la catedral, Jacinto Núñez, declaraba que sabían lo que querían y lo que necesitaban. Esa corona estaba realizada con las donaciones de fieles de Plasencia, anillos y otras joyas, fundidos y reconvertidos en el adorno de la Virgen. El obispo, Ernesto Brotons, expresaba el valor sentimental que tenía el objeto y afirmaba que se habían llevado un pedacito del corazón de los placentinos. De otro lado, su valor monetario ascendía al millón de euros. Y, siendo una noticia cargada de emociones para mucha gente, quizás permite rescatar una pregunta que ha ido y venido en el seno de la Iglesia durante siglos. ¿Cómo se articula la acumulación de piezas tan valiosas con aquel mandato evangélico de Mateo 6 que decía “Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar”²?.

8. Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén

 A comienzos de este mes, el medio de comunicación de la Iglesia Católica en Australia se hacía eco de una información estadística. El titular decía que los empleadores católicos reducían la brecha salarial entre hombres y mujeres en comparación al resto de jefes. La media nacional es de un diecinueve por ciento menos de salario para las mujeres. La Universidad Católica Australiana presentaba una brecha del catorce punto cinco y Caritas del trece punto uno. La noticia decía que otras muchas entidades católicas tenían valores de brecha más pequeños o incluso despreciables.Esa información puede ser interpretada desde otra perspectiva. Surge la pregunta. ¿Cómo es que sigue existiendo dicha brecha? ¿Nos contentamos con que sea inferior a la media? ¿Y qué ocurre en otros lugares del mundo? ¿Cómo son las cosas en el obispado de donde vives? ¿Se habla siquiera de este tema? Si las mujeres hubieran conocido el futuro de sus descendientes, ¿habrían llorado por Jesús o por ellas mismas?

9. Jesús cae por tercera vez

 Las caídas de Jesús en el camino hacia el Gólgota tienen dos momentos. El de la caída en sí misma y el de levantarse de nuevo. En ese sentido, podríamos leer la nota de la Iglesia en Francia sobre los fieles que serán bautizados durante la próxima Vigilia Pascual. En un país secularizado hasta el extremo, los bautismos han aumentado en mil personas con respecto al año anterior. De ellas, tres cuartas partes tienen menos de cuarenta años. Los bautismos de menores de tres años han disminuido y, por el contrario, han aumentado los de siete años en adelante. De manera lógica, casi el setenta por ciento de esas personas provienen de ambientes cristianos. Sin embargo, ahí está también el dato de que más del treinta y un por ciento de gente proviene de entornos no cristianos, tanto ateos como de otras religiones. Es cierto que la Iglesia tropieza, lo mismo que Jesús. No obstante, también tiene la capacidad de ponerse de nuevo en pie.

10. Jesús es despojado de sus vestiduras

Somos ungidos, cristianos. Somos ungidos, ordenados, para edificar un pueblo, todo él, sacerdotal. Somos todos sacerdotes del Señor, para vivir la caridad, esa nueva y sorprendente forma de amar que rompe la lógica mercantil de la correspondencia. Es necesario descubrir las antiguas y nuevas cadenas que privan de libertad y, quizás de manera especial, ofrecer luz a los ojos del corazón y de la razón que ayude a tomar conciencia de que la libertad, si no se fundamenta en la verdad y se orienta al amor y al bien, se desorienta y es fácilmente manipulable por propuestas tentadoras que esclavizan. Sed testigos, en casa y en la calle, de la libre libertad, de la caridad verdadera y de la verdad caritativa en todas vuestras relaciones y ambientes, para ofrecer una propuesta de vida superadora del relativismo ético, del individualismo compasivo y de tantos enfrentamientos identitarios.

 Era el arzobispo Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, durante la misa crismal del Jueves Santo. Al escuchar sus palabras, me preguntaba quién podría quedar mejor en el papel de soldados romanos que se reparten las vestiduras, si quienes tratan de llevar a los fieles a sentirse culpables por pertenecer a la Iglesia (repartiéndose entre sí a quienes la abandonan) o quienes juegan al proselitismo en nombre de una pretendida evangelización, como si entre todos tratasen a la humanidad como una mesa de apuestas donde hay que competir para ver quién se lleva más cantidad de almas.

11. Jesús es clavado en la cruz

 Hay un libro de Amy-Jill Levine titulado Testigos en la Cruz, una guía para principiantes sobre el Viernes Santo³. La profesora de Nuevo Testamento habla sobre los que pasaban frente a la cruz, agitaban la cabeza y le insultaban. Dice que ese agitar la cabeza probablemente tiene relación con el Salmo 22 y que la traducción más apropiada no tendría que decir que le insultaban, sino que blasfemaban, puesto que, en el Evangelio de Marcos, insultar a Jesús equivale a insultar a Dios. De ese modo, los testigos que blasfeman contra Dios se podrían comparar con la escena del juicio ante el Sanedrín, donde los falsos testigos eran quienes acusaban al propio Jesús de blasfemar. Un libro muy interesante que sirve como aporte cultural en este Via Crucis informativo.

12. Jesús muere perdonando a sus verdugos

 Hace un año, en Ciudad Juárez, México, un incendio en un centro de migrantes se llevó la vida de cuarenta personas. Durante todo este tiempo, no ha habido justicia ni reparación para las víctimas. Así lo afirman los obispos Mexicanos a través de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana en el país. Decían lo siguiente:

Hace un año, un día como hoy, 27 de marzo de 2023, el mundo veía con sorpresa, tristeza, dolor e indignación la masacre de 40 migrantes calcinados en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración [...] Estos 40 migrantes calcinados y los varios heridos en dicha tragedia representan a tantos otros que siguen siendo víctimas de las políticas migratorias injustas, de tantos migrantes desaparecidos, asesinados, encarcelados, condenados a la discriminación, al racismo y a la xenofobia por el único hecho de ser documentados.

 Jesús, en la cruz, dijo aquello de “perdónalos, porque no saben lo que hacen”⁴. Pero, en el otro lado, allí donde la gente observa a los crucificados, ¿cuántas voces se escuchan para clamar contra la injusticia? Esta estación nos recuerda a la primera con la que abríamos el episodio, aquella sobre la Iglesia alemana negándose a colaborar con partidos políticos xenófobos y racistas. ¿Cómo está la situación en el país en el que vives? ¿Hay centros de detención de migrantes? ¿Qué sucede allí y qué discursos se escuchan sobre ellos en los ámbitos eclesiales?

13. Jesús es depuesto de la cruz

 Hace tres semanas, durante la Asamblea Plenaria de los obispos españoles en la que eligieron a un nuevo presidente, varios grupos de supervivientes de abusos en la Iglesia realizaron unas protestas en la puerta de la Sede de la Conferencia Episcopal. Y más tarde, hace unos días, se produjo un encuentro de unas dos horas y media entre estas asociaciones de víctimas y la Iglesia. En la reunión hubo representantes de Infancia Robada, Justice Initiative, AVA y Lulacris; por parte de la Iglesia, acudieron el cardenal Cobo, el arzobispo Argüello, varios miembros de CONFER y el responsable del Servicio de Coordinación y asesoramiento de las oficinas de protección de menores de la Conferencia Episcopal Española. No fue un encuentro para charlar de generalidades, sino que se plantearon cuestiones como la necesidad de una agenda de trabajo con medidas concretas e inmediatas. Entre las principales reivindicaciones, aparecía la demanda de que los casos fueran tratados de manera individualizada, aunque ello sea más costoso y requiera más tiempo. También que la Iglesia responda con terapias gratuitas, así como con fondos para responder a la exclusión educativa, laboral y social de los supervivientes. El portavoz de las cuatro asociaciones, Juan Cuatrecasas, decía que las medidas concretas no se pueden demorar demasiado en el tiempo porque hay víctimas que están en una situación muy complicada y necesitan respuestas reales ya. Cuando el cuerpo de Jesús es bajado de la cruz, entra en contacto directo con el sufrimiento de quienes están al pie de la cruz. Las lágrimas pueden alcanzar la piel del fallecido, algo que resulta imposible cuando se mantiene a distancia de la gente.

14. Jesús es colocado en el sepulcro

La compunción [...] La palabra evoca el punzar. La compunción es “una punción en el corazón”, un pinchazo que lo hiere, haciendo brotar lágrimas de arrepentimiento [...] o es un sentimiento de culpa que nos tumba por tierra. No es el escrúpulo que paraliza, sino que es un aguijón benéfico que quema por dentro y cura. Porque el corazón, cuando ve el propio mal y se reconoce pecador, se abre, acoge la acción del Espíritu Santo, agua viva que lo sacude haciendo correr las lágrimas sobre el rostro. Quien se quita la máscara y deja que Dios mire su corazón recibe el don de estas lágrimas, que son las aguas más santas después de las del Bautismo [...] No se trata de sentir lástima de uno mismo, como frecuentemente nos vemos tentados a hacer. Esto sucede, por ejemplo, cuando estamos desilusionados o preocupados por nuestras expectativas frustradas, por la falta de comprensión por parte de los demás, tal vez hermanos de comunidad o superiores [...] Tener lágrimas de compunción, en cambio, es arrepentirse seriamente de haber entristecido a Dios con el pecado; es reconocer estar siempre en deuda y no ser nunca acreedores; es admitir haber perdido el camino de la santidad, no habiendo creído en el amor de Aquel que dio su vida por mí.

 El papa Francisco decía esto ayer mismo, en la misa crismal y nos viene muy al hilo para hablar sobre esta última estación, en la que Jesús es colocado en el lugar donde reposa quien ha perdido la vida. Me preguntaba por las ocasiones en que la Iglesia se queda atascada aquí, en la cueva de la muerte, en un Viernes Santo permanente. Los bancos se vacían, las colectas disminuyen, el sentimiento anticristiano se recrudece, se descubren nuevas situaciones de hipocresía y abuso, hay guerras y luchas de poder en el propio seno de la Iglesia... Todo está perdido y viajamos en un barco agujereado.

citas:

¹cf. Mt 25, 34.

²cf. Mt 6, 19.

³Levine, A. J. (2021). Witness at the Cross, Abingdon Press.

⁴cf. Lc 23, 34.